Hilos Mágicos
( Hilos Tensores.)
La flacidez facial y corporal es una consecuencia de la perdida de elasticidad de la piel y la disminución de la densidad de colágeno producida por el paso del tiempo apareciendo a su vez las arrugas.
Esta técnica para tensar la piel se realiza insertando hilos de polidioxanona en la dermis. Se trata de un material biocompatible, reabsorbible y biodegradable que provoca que a su alrededor se genere un cordón (invisible y no palpable) de colágeno, que es el que produce el efecto de tensado de la piel. El hilo se degrada en unos 3 meses, pero el colágeno generado, como todo el colágeno que fabrica nuestra piel, tiene una vida media mucho mas larga, por lo que los resultados del tratamiento se prolongan al menos un año. Se aconseja por tanto, repetir el tratamiento una vez al año.
Pueden usarse tanto en tratamientos faciales como corporales, solos o combinados con otras técnicas o tratamientos según prescripción médica.
Están indicados para rejuvenecer el rostro y redibujar sus contornos, y para mejorar la flacidez en el cuello y otras zonas del cuerpo: brazos, muslos, glúteos, etc.
Con una aguja guía muy fina diseñada para este fin, el hilo se introduce bajo la piel traccionándola y tensándola. Se trata de un tratamiento mínimamente invasivo que ofrece resultados excelentes a corto y largo plazo. La mejora empieza a notarse a partir del primer mes y continúa produciéndose hasta los 3 meses. La calidad y elasticidad de la piel mejoran progresivamente por la reacción de los fibroblastos. Puede ser necesaria una segunda sesión para completar los resultados.
La implantación de los hilos debe ser abordada por un profesional médico que conozca y domine la técnica. De esta forma los hilos quedan imperceptibles y no hay ningún riesgo de que queden marcas o cicatriz.