El Correo de Andalucía, Lunes 20 de Octubre de 2014.
En tiempos en los que estar bellos y sentirse bien con uno mismo se han convertido en factores primordiales, los médicos estéticos han pasado a ser artistas en busca de la armonía en los rostros, algo de lo que sabe mucho esta experta en rejuvenecimiento facial no invasivo, reclamada a nivel internacional.Mónica Ulecia – Directora “Clínicas Vitaluz”
“Somos más felices si nos gusta lo que vemos en el espejoPor Josan Muñoz
Siempre a la vanguardia en las más avanzadas técnicas antienvejecimiento, la directora de las Clínicas Vitaluz es formadora de dermatólogos y médicos de todo el mundo que confían en su experiencia a la hora de aprender a aplicar las novedades de un sector en continuo desarrollo. Una especialidad ésta cada vez más atractiva que sigue siendo objetivo de confusiones que intentamos resolver.
J.M.-Ahora que hay tantas clínicas… ¿Cómo sabemos cuál escoger?
M.U.-Lo primero es que esté autorizada, pues se siguen oyendo casos de enfermeras pinchando en el salón de su casa. Es importante también que pertenezca a la Asociación Colegial de Sevilla, donde exigen unos requisitos de haberte formado, haber asistido a cursos… De pronto han proliferado los Másters en medicina estética y muchos médicos se los han sacado pero carecen de la experiencia que te da el día a día, la renovación continua en una especialidad que evoluciona constantemente. Con seis meses de curso, sin práctica, se ponen a ejercer.
J.M.-¿Por qué tenemos esa fijación con las arrugas? ¿No se puede ser guapa con ellas?
M.U.-Claro, siempre que la piel tenga el mejor aspecto: un tono adecuado, sin manchas, sin brillos y que se vea saludable. El secreto no es mantenerse eternamente joven sino cumplir años teniendo muy buena cara. Para eso, además de la medicina estética, hay factores indispensables como dormir bien, prevenir el sol, evitar el estrés y sonreír mucho.
J.M.-Y el bótox… ¿Son posibles esas ofertas con precios tan bajos?
M.U.-El rejuvenecimiento de la mirada es muy importante en el conjunto de la cara, y ahí la toxina actúa muy bien atenuando los músculos que tiran hacia abajo. Pero no debemos dejarnos engañar porque lo barato sale caro. Si no se pone una dosis adecuada su duración es corta y los resultados escasos. Además, hay que saber dónde y cómo ponerlo. Eso es un arte y hay que tener ojos de artista. Los tratamientos deben ser personalizados, saber si lo necesitan, en qué zonas, analizar su evolución… No se puede vender como si fuera un libro.
“Poner bótox es un arte y hay que tener ojos de artista. Hay que saber dónde y cómo ponerlo, no se puede vender como si fuera un libro”
J.M.-¿Qué es lo más novedoso que tienen en la clínica?
M.U.- El ‘lifting’ de los ocho puntos. No es quirúrgico y se realizan rellenos para mejorar la estructura de la mejilla, el surco nasogeniano, las comisuras de la boca y el contorno mandibular para levantar la cara de forma muy natural. Es muy popular en Brasil y Estados Unidos pero a España ha llegado ahora. No duele, tiene una duración de un año y es muy asequible, esa es mi filosofía de trabajo.
J.M.-¿Usar cremas no es suficiente para retrasar el envejecimiento?
M.U. Ayudan siempre y cuando tengan una composición y un porcentaje de ingredientes activos adecuados para ti y sean recomendadas por un especialista (no de perfumerías ni supermercados). No todas valen para todos, es más, pueden ser perjudiciales. Existe un producto idóneo para cada piel pero necesitamos saber el nuestro. Ahí el precio no es garantía de nada, las hay baratas y buenas y otras muy caras donde estas pagando la publicidad y el envoltorio.
J.M.-De esto saben mucho los famosos… ¿Cuál es para usted un ejemplo?
M.U.-Sharon Stone, madura pero muy natural. Si te das cuenta de alguno que se ha hecho un retoque es porque se lo ha hecho mal, y a otras no se lo notas pero también lo llevan. Hay que mantener la armonía, la naturalidad. Hay “celebrities” con caras fantásticas y manos muy estropeadas.
J.M.-¿La medicina estética crea adicción?
M.U.- Claro (risas). Es un vicio lo de descumplir años. Me gusta la gente razonable en sus peticiones pero hay muchos locos a los que debo frenar. A veces pierdo pacientes pero no quiero que nadie luzca un desaguisado hecho por mí. Tengo fama de actuar con mesura y, quien viene a mí, lo sabe. Además confío en la prevención por eso creo que los 35 es una buena edad para empezar con el “antiaging”.
J.M. tiene también una parte de psicóloga…
M.U.-No quiero que suene prepotente pero he cambiado muchos vidas, incluso algunas pacientes me llaman su “salvadora”. Sentirse bien con uno mismo y tener autoestima es primordial. Somos más felices si nos gusta lo que vemos en el espejo, y no es por presión social. Ya el bebé sonríe ante una cara bonita y llora con otra menos agraciada… Sin embargo todo tiene solución. Cocó Chanel decía: “No existen mujeres feas sino mujeres que no saben arreglarse”.
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