
Mis pacientes saben que soy médico especialista en Alergología desde hace más de 15 años y
mi segunda especialidad es la Medicina Estética, pero antes que nada soy Médico y un día hice
un juramento. : “No llevar otro propósito que el bien y la salud de los enfermos” Además del
“primun non nocere” (Ante todo no hacer daño).
Por este motivo siempre realizo una anamnesis completa incluyendo alergias, antecedentes
médicos y quirúrgicos y tratamiento habitual del paciente para valorar, antes que nada, si
existe alguna contraindicación para la realización de los tratamientos médico estéticos.
Acudió a mi consulta una paciente para realizarse un tratamiento de toxina botulínica para
mejorar las arrugas de expresión. Y tras examinarle la cara vi una pequeña lesión en forma de
cráter que no me gustó. Tras una anamnesis y exploración de la piel le dije que debía
consultar con un dermatólogo porque la lesión era sugestiva de carcinoma basocelular.
Sin asustar a la paciente, pero hablándole claro, le explique cuál era mi sospecha y la
importancia de llegar a un diagnóstico de certeza para tratarlo.
El Carcinoma Basocelular es el cáncer de piel más frecuente y el más frecuente de todos los
tipos de cáncer del ser humano. Puede presentarse como una lesión rojiza, perlada, a veces
pigmentada o ulcerada que crece lentamente. Puede sangrar o picar.
Aunque es malo, afortunadamente no es invasivo ni agresivo y la mayor parte de las veces la
cirugía suele ser curativa.
Aparece con más frecuencia en personas de piel clara y el exceso de exposición solar y de
quemaduras solares son el mayor factor de riesgo.
Mi paciente me hizo caso y acudió a un dermatólogo donde le extirparon la lesión y se
confirmó el diagnostico de carcinoma basocelular.
Está muy agradecida conmigo porque supe “leerle la piel”. Y yo muy feliz de poder ayudar.