Tal y como podemos ver a diario en redes sociales, la apariencia deformada después de un mal tratamiento con rellenos faciales se está convirtiendo en una “nueva normalidad”.

Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de “alienización”? Podríamos definir este concepto como la distorsión de los rasgos faciales má allá del rango normal de una persona, dando lugar a una cara deforme.

Actualmente, existe una tendencia entre muchos médicos, y es realizar el procedimiento que el paciente le exija, a pesar de que resulte descabellado. Se trata de algo que no debería tener sentido, ya que un profesional debe cultivar el sentido estético, siempre persiguiendo unos resultados naturales.

En numerosas clínicas de estética, se dejan llevar por la corriente de “cuanto más, mejor”, convirtiendo este tipo de prácticas en una epidemia. De este modo, encontramos pacientes que terminan pareciendo “extraterrestres” o “alienígenas”, como resultado de una tendencia creciente en redes sociales que les impulsa a normalizar el exceso de tratamientos que tan solo consiguen desarmonizar el rostro.

Cada persona posee unos rasgos mas o menos definidos. El problema llega cuando tratamos de exagerar los rasgos y hacer que todas las personas parezcan iguales. 

Pero, ¿por qué está sucediendo esto? Particularmente, lo relaciono con varias razones: la falta de criterio estético por parte del médico, o falta de interés, además de la ausencia de regulación. También en estos casos entra en juego el criterio económico: mientras mas jeringas le ponga al paciente, mayor facturación.

A esto tenemos que añadir una deriva en la percepción de los estándares de belleza, favorecido por un permanente bombardeo de imágenes anormales en redes sociales que nos hacen normalizar una realidad que no lo es.

Y es que estos resultados distorsionados salen también de consultas prestigiosas donde trabajan médicos altamente cualificados. A pesar de que cada vez tenemos más conocimientos técnicos y anatómicos, y procedimientos más complejos y avanzados, en ocasiones se trabaja a expensas del sentido artístico, lo que se ha convertido en una grave carencia del sector.

Esta epidemia se está extendiendo con alarmante rapidez, y por desgracia se está convirtiendo en la “nueva normalidad” de la medicina estética.

Es muy importante que seamos conscientes de esta epidemia para limitar los daños, pues la alienización puede terminar provocando daños físicos y emocionales en el paciente. Como muchas personas (médicos y pacientes) han perdido la habilidad de distinguir lo normal de lo deforme, hay que saber reconocer los rasgos de extraterrestres que presentan estas personas. 

¿Dónde se reflejan estas deformidades faciales? Pues de arriba a abajo, las más frecuentes son las cejas disparadas hacia arriba, los pómulos talla XXXL y exageradamente angulosos, las narices de punta excesivamente respingona, los labios, enormes, planos y con un borde exagerado, simiescos o como un pez, y los ángulos mandibulares excesivamente esculpidos.

Directora médica en VitaLuz