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HAMBRE EMOCIONAL, COMEMOS LO QUE SENTIMOS

Por la Psicóloga Amparo Sivianes Barrasa – Experta en el tratamiento de la Obesidad en Clínicas Vitaluz Sevilla.

En ocasiones, la comida satisface nuestros sentimientos y cuando esto ocurre sin hambre el resultado es la ganancia de peso.. El comer emocional es una de las causas de la puesta de peso, es importante prestar atención a cuándo comemos y porqué lo hacemos.

En la vida todos pasamos por momentos en que nos sentimos desorientados, desanimados, sin ninguna salida y podemos buscar saciar el vacío que sentimos con la comida. A veces de repente, sientes la necesidad de comer, sabes específicamente qué alimento deseas, no te satisface cualquier alimento y tienes la necesidad de hacerlo inmediatamente, pero lo que ingieres no llena ese vacío que sientes, no te hace sentir saciado y aparecen sentimientos de culpa por haber comido sin tener apetito.

El hambre emocional está relacionado con nuestras emociones,con nuestro estado de ánimo; un día malo en el trabajo, con la pareja, en clase, preocupaciones, estrés, ansiedad, etc.

El comer de manera emocional también se puede dar en momentos de felicidad y alegría, un ejemplo de ello puede ser un cumpleaños, una comida familiar, una boda, cenas de fin de año.

Hay que aprender a tomar conciencia de la situación para poder afrontar estos momentos sin que estén asociados a nuestras emociones ya sean negativas o positivas.

clinicas vitaluz hambre2Cuando estás contento comes pizza o un asado, si estás aburrido tomas patatas fritas, quesos, fiambre….cuando estás triste no te importa cómo de lejos está el supermercado, el kiosco, necesitas comer chocolate. ¿ Es tu caso ?, el hambre emocional a parte de contribuir a aumentar de peso nos puede acarrear a largo plazo diversos problemas de salud.

Te has parado a pensar a lo largo del día ¿ cuántas veces comemos a causa de nuestras emociones y cuántas veces lo hacemos por hambre real ? respondiendo a esta pregunta con sinceridad podemos mejorar nuestra relación con la comida.

En caso de no poder superar o no tener voluntad necesaria para luchar en este tipo de situaciones, un psicólogo os puede orientar sobre cómo canalizar y reconducir estas emociones, aprendiendo a identificarlas y adquiriendo herramientas para modificar esa relación existente entre la comida

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